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domingo, 14 de noviembre de 2010

Desastres, Riesgo,Amenazas, Vulnerabilidad y Residencia

Los Desastres no son naturales, los fenómenos son naturales. Los desastres siempre se presentan por la acción del hombre en su entorno. Por ejemplo: un huracán en la mitad del océano no es un desastre.[cita requerida]

Los fenómenos naturales, como la lluvia, terremotos, huracanes o el viento, se convierten en desastre cuando superan un límite de normalidad (threshold, en inglés), medido generalmente a través de un parámetro. Éste varía dependiendo del tipo de fenómeno (escala de Richter para movimientos sísmicos, escala Saphir-Simpson para huracanes, etc.).

El término desastre hace referencia a las enormes pérdidas humanas y materiales ocasionadas por eventos o fenómenos como los terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra, deforestación, contaminación ambiental y otros.

Los desastres son causados por las actividades humanas, que alteran la normalidad del medio ambiente. Algunos de estos tenemos: la contaminación del medio ambiente, la explotación errónea e irracional de los recursos naturales renovables como los bosques y el suelo y no renovables como los minerales, la construcción de viviendas

y edificaciones en zonas de alto riesgo.


Riesgo es la vulnerabilidad de "bienes jurídicos protegidos" ante un posible o potencial perjuicio o daño. También se puede definir como un proceso o un evento que por sus condiciones es potencialmente dañino para las personas, para el medio ambiente o en el ámbito económico.


Los efectos de un desastre pueden amplificarse debido a una mala planificación de los asentamientos humanos, falta de medidas de seguridad, planes de emergencia y sistemas de alerta provocados por el hombre se torna un poco difusa.

¿Que tan naturales son las amenazas naturales?
Pese al término "natural", una amenaza natural tiene elementos de participación humana. Un evento físico, como por ejemplo una erupción volcánica que no afecta al ser humano, es un fenómeno natural, y no una amenaza natural. Un fenómeno natural que ocurre en un área poblada es un evento peligroso. Un evento peligroso que cause fatalidades y/o serios daños más allá de la capacidad de la sociedad a responder, es un desastre natural. En áreas donde no hay intereses humanos, los fenómenos naturales no constituyen amenazas ni tampoco resultan en desastres. Esta definición difiere con la idea tradicional de que los desastres naturales son estragos inevitables causados por las fuerzas incontrolables de la naturaleza. Un desastre no es un proceso puramente natural, sino que es un evento natural que ocurre en lugares donde hay actividades humanas.

AMENAZA TERREMOTO A IGUALA CHILPANCINGO Y LAS COSTAS TAMBIEN EN RIESGO

El estado de Guerrero vive bajo la constante amenaza de fenómenos telúricos de grandes magnitudes, por situarse en una “franja sísmica”. Un temblor estaría dañando principalmente a Iguala y Chilpancingo, así como a las costas, afirmó el Doctor en Ingeniería e Investigador de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Alberto Salgado Rodríguez.


En entrevista, Salgado Rodríguez dijo que en la entidad es muy posible que ocurra un sismo de gran magnitud, debido a que las fallas tectónicas que se encuentran frente a las costas son capaces de producir temblores hasta de 8 grados y es muy probable que éstos se presenten en cualquier momento, porque -señaló- no ha habido temblores en mucho tiempo.
Dijo que los temblores son causados por la “franja sísmica” y que un temblor de gran magnitud puede afectar a las viviendas de adobe, precisamente como el que hay en las viviendas de Iguala, Chilpancingo y Acapulco.


Explicó que el gobierno estatal conoce de las investigaciones y sabe que se debe aplicar un nuevo reglamento de construcción para hacer estructuras reforzadas de casas, puentes, hospitales, escuelas, edificios y no esperar las desgracias. “Puede haber un sismo similar al de 1985”, además de promover más la cultura de la prevención, realizando simulacros en escuelas y oficinas.


Sin embargo, afirmó que se tienen que evaluar todas las estructuras de las viviendas y no esperar a que “después del niño ahogado, quieran tapar el pozo”.

Dijo que se tienen que plantear programas de orientación, donde el gobierno y los propietarios de las viviendas realicen trabajos conjuntos “porque sería lamentable vivir una desgracia”.